¿Cuál será el próximo escándalo?

por | Feb 21, 2022 | Blog

Al plantear esta pregunta, se sabe que el ámbito privado es franqueable, sin que se entere el doliente, sobre todo si se utilizan las redes digitales. Las herramientas se multiplican; es un negocio multimillonario. Las ciberarmas ya son un recurso habitual en la política doméstica y en las relaciones internacionales. Una forma de guerra soterrada y contundente, relativamente barata, de fácil distribución y despliegue y sin ningún riesgo para el atacante. Las ciberarmas están cambiando la naturaleza de las relaciones entre los Estados y sus súbditos.

El año pasado, una investigación periodística reveló que varios medios de comunicación fueron hackeados mediante la utilización del spyware Pegasus. Entre esos medios estuvieron The Wall Street Journal, CNN, The New York TimesEl País y The Economist.

Gracias a Pegasus se pudieron rastrear dispositivos móviles prácticamente en cualquier lugar del mundo. Esta herramienta informática fue diseñada por NSO, empresa constituida en Israel, cercana al gobierno de ese país, y solo fue provista a países amigos como México (por eso cayó el Chapo), Panamá, Polonia, India, Hungría, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita. Muchas veces fue utilizada por los gobiernos para perseguir opositores, defensores de derechos humanos y periodistas.

También se supo recientemente que el FBI, en Estados Unidos, adquirió Pegasus en 2019, aunque se supone que no lo utilizó para chuzar a sus ciudadanos. Sin embargo, Facebook demandó a su fabricante NSO por hackear a sus usuarios. Durante el mandato de Trump las autoridades de ese país fueron tolerantes, pero, en noviembre pasado el gobierno Biden puso a NSO en la lista negra y esta empresa ya no podrá ofrecer sus servicios, lo cual puede llevarla a la quiebra. Ya vendrán otras.

La filtración de comunicaciones privadas genera hecatombes efímeras, como sucedió en Colombia en las últimas semanas. Sin desconocer que, gracias a esas filtraciones se develan las peores prácticas del poder, existen dos riesgos: primero que los medios de comunicación terminen manipulados por alguna mano invisible que a su voluntad revela y oculta; segundo, que la opinión pública se inmunice y banalice la realidad, sin reflexión, que solo le llame la atención el escándalo. Sexo, verdades-mentiras y videos.

Juan Carlos Gómez Jaramillo

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